Reportaje por Katherinne Romano.

Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la pobreza menstrual es “la lucha que enfrentan muchas mujeres y niñas de bajos ingresos al intentar adquirir productos menstruales”. El término también se refiere a la falta de acceso a educación sobre higiene menstrual, baños, instalaciones de lavado de manos y, o, gestión de los desechos. La actual crisis económica, social y política que atraviesa Venezuela, repercute directamente en la pobreza menstrual. Según la Asociación Venezolana para la Educación Sexual Alternativa (AVESA) en un estudio realizado en 2020 a mujeres, niñas y adolescentes de la parroquia Fila de Mariches del municipio Sucre en el estado Miranda, reveló que 9 de cada 10 mujeres son pobres menstruales y 1 de cada 10 vive en pobreza menstrual extrema.

Tomando en consideración toda esta realidad, EmpoderaME, una Organización No Gubernamental fundada en el año 2017, decidió llevar a cabo talleres comunitarios de salud e higiene menstrual con los que buscan alcanzar a 3.000 mujeres y adolescentes en comunidades remotas en situación de riesgo y vulnerabilidad en 8 estados del país: Aragua, Carabobo, Distrito Capital, Miranda, Bolívar, Anzoátegui, Lara y Zulia.

“Tenemos adolescentes que viven en la pobreza extrema en términos de menstruación porque las condiciones no están dadas, porque sus derechos están siendo vulnerados, pero que además desconocen cómo y por qué les afecta”, agregó.

Para Carmen Herrera, directora de programas y proyectos de EmpoderaME, “muchas mujeres llegan a la adultez sin conocer realmente lo que ocurre con su cuerpo, por qué pasa esto y cuáles son los pasos para una correcta salud e higiene menstrual”. Destacó que la principal causa es el desconocimiento, ya que la menstruación en muchos hogares y escuelas resulta un tema tabú o motivo de burla y vergüenza acerca de un proceso completamente natural. Asimismo, Herrera afirma que “el desconocimiento vulnera la capacidad de la mujer de planificarse, cuidarse y protegerse”.

Hay que mencionar, además, que, según la directora de programas y proyectos de la Organización, la pobreza menstrual no solo se vive en las comunidades vulnerables, sino en todo el país; sin embargo, entre más vulnerable sea la comunidad, más difícil es el acceso a la información. “Tenemos adolescentes que viven en la pobreza extrema en términos de menstruación porque las condiciones no están dadas, porque sus derechos están siendo vulnerados, pero que además desconocen cómo y por qué les afecta”, agregó.

“Si no se realiza una buena higiene menstrual, esas bacterias y hongos que están contenidos en la vagina pueden generar infecciones de leves hasta severas”

En relación con la forma en la que una mala higiene menstrual puede afectar la salud de las mujeres, la especialista en ginecología y obstetricia Rosabel Campos señala que en la vagina normalmente viven diferentes microorganismos, como bacterias y hongos que se encuentran en equilibrio perfecto y que cuando se produce la menstruación pueden haber cambios en el medio ambiente vaginal y “si no se realiza una buena higiene menstrual, esas bacterias y hongos que están contenidos en la vagina pueden generar infecciones de leves hasta severas”. De igual forma, Campos afirmó que “si no se realiza un cambio periódico del material que utilizamos para la recolección del flujo menstrual, favorecemos la proliferación de bacterias a nivel vaginal y se producen infecciones importantes”. La especialista recalcó que a pesar de que actualmente existen una gran variedad de métodos para la recolección del flujo menstrual, todos ellos conllevan un gasto que las mujeres deben realizar continuamente durante su edad reproductiva.

Del mismo modo, la experta en ginecología destacó que “cuando las mujeres no cuentan con los recursos necesarios para una adecuada higiene menstrual, desde el agua y jabón, hasta los materiales de recolección menstrual, pueden verse en situaciones incómodas y bochornosas cuando aparece la menstruación”. Explicó que, en estos casos, muchas mujeres prefieren quedarse en casa durante los días de sangrado, lo que afecta sus actividades diarias como educación, trabajo y relaciones interpersonales.

HumVenezuela, una plataforma independiente de la sociedad civil venezolana que proporciona información relevante sobre la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) en Venezuela, presentó en el 2022 un informe en el que señala que “el tema de pobreza menstrual en Venezuela, aún no ha sido abordado por parte de los organismos gubernamentales, por lo tanto, está lejos la posibilidad de contar con políticas públicas que atiendan las necesidades de higiene de niñas y mujeres menstruantes”.

Taller de salud e higiene menstrual de EmpoderaME en Valencia, estado Carabobo | Foto: Bryan Medina.

Combatiendo la pobreza menstrual

“Educar a las mujeres, adolescentes y niñas que se encuentran en esa etapa de su vida es fundamental para que no se afecte la vida de las mujeres” dijo Eva Sabariego, fundadora y directora ejecutiva de EmpoderaME.

Destacó que la organización está desarrollando actualmente talleres de salud e higiene menstrual, en los cuales proporcionan información sobre el derecho al agua y su importancia para las mujeres, el ciclo menstrual y síndrome premenstrual. Además, abordan temas en los que las beneficiarias pueden aprender a desarrollar su vida y tomar la menstruación como algo completamente normal, especialmente para adolescentes y niñas que están iniciando el proceso de la menstruación. Estos talleres también brindan herramientas sobre los diferentes métodos de higiene menstrual y la forma correcta de desecharlos para evitar contaminación.

“Tenemos una red de voluntarios que están organizando estos talleres y con las alianzas institucionales, locales, líderes comunitarias, miembros de escuelas, liceos e iglesias, nos organizamos para hacer convocatorias y brindar esta información en los espacios donde más se necesita” alegó la directora de EmpoderaME con respecto a la forma en la que están haciendo posible llegar a comunidades de difícil acceso.

Por otra parte, una habitante de la comunidad Lomas de Funval en el estado Carabobo y beneficiaria de uno de los talleres de salud e higiene menstrual llevados a cabo por la organización, manifestó su agrado con los tópicos abordados durante la jornada. “La importancia de que este tipo de talleres sean llevados a nuestras comunidades es maravillosa, ya que en la mayoría existe un alto porcentaje de niñas, adolescentes y mujeres que no contamos con artículos de higiene menstrual o incluso agua.”

Las mujeres que asisten a estos talleres, tienen la posibilidad de recibir un kit de higiene que contiene algunos de los principales métodos de recolección menstrual: toallas sanitarias desechables, tampones, copa menstrual y toallas diarias. El objetivo de este donativo, según Eva Sabariego, es que las beneficiarias puedan conocer las diferentes alternativas que existen para recolectar su flujo menstrual y elegir el que sea más cómodo para ellas y se adapte a su estilo de vida.

Finalmente, la beneficiaria agregó que “desearía que este beneficio pudiese llegar a muchas jóvenes que desconocen sobre todos los temas abordados en el taller.”

Hasta la fecha, la ONG ha alcanzado a casi 2.000 mujeres y adolescentes en los 8 estados del país que están priorizados por este periodo para la organización y se plantean para los próximos dos meses, haber cumplido la meta de 3.000 mujeres y adolescentes sensibilizadas.